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Hoy me gustaría hablarte de cómo es el día a día de un community manager, aprovechando la creencia todavía existente de que las redes sociales las puede llevar cualquiera. Es obvio que cada profesional tendrá su propia forma de trabajar, lo que sí es común a todos es que nuestro tiempo es oro y que difícilmente acotamos nuestra jornada laboral a 8 horas. Así que, si como empresa estás pensando en contratar a esta relativamente nueva figura digital, ten en cuenta estos detalles 😉
El del community manager es un trabajo de constancia, creatividad, de estrategia, de escucha y atención constante y, por supuesto, de análisis y estadísticas. Tener constantemente un dispositivo móvil a mano o trabajar a doble pantalla son hábitos muy frecuentes en nosotros, para luchar contra la infoxicación y la presión online. Es un trabajo de grandísima exposición, en el que la comunidad mira con lupa cada paso que se da.
Los indispensables del día
Existen tres puntos que no entienden de horas ni de festivos en el día a día del community manager:
- Seguimiento, escucha y monotorización. Los community manager estamos alerta siempre a lo que dice la comunidad de las marcas a las que representamos porque nunca sabemos cuándo nos va a necesitar alguna de ellas, especialmente si son inicios de incendios o crisis.
- Inspiración, ideas y creatividad. Nunca sabemos cuándo va a llegar este momento, por tanto, debemos estar siempre receptivos. ¡Eso sí! siempre unido a las buenas prácticas de la profesión.
- Acciones esporádicas. Los sorteos, concursos, presentación de nuevas propuestas y acciones es un punto más de nuestro día a día que se entremezcla con la rutina.
A los community manager nos suena el despertador temprano
El día comienza alrededor de las 8 de la mañana. Nuestra rutina estipula una serie de acciones de comprobación y puesta a punto… ¡es como pasar por boxes!
Algunas de ellas pasan por asegurarnos de que las páginas web o los blogs corporativos de nuestros clientes no se hayan caído o tengan enlaces rotos, ya que son dos puntos que penalizan en los buscadores. Tras esto, hacemos una revisión preliminar del eMail para hacer un primer filtrado (eliminar correos SPAM y priorizar aquellos importantes para contestarlos más tarde), ver las menciones que se han realizado de las cuentas que gestionamos y echar un vistazo a los post compartidos por la comunidad para saber sus intereses.
Primera toma de contacto con lo que se está cociendo
A partir de las 9 es cuando comienza nuestra jornada laboral de verdad, el primer análisis para obtener una visión más detallada de lo que está pasando realmente. Comprobamos minuciosamente los canales sociales en los que nuestros clientes están presentes como Instagram, Twitter, Facebook, Tiktok, … en estos puntos.
- Comprobamos, contestamos menciones, notificaciones o comentarios.
- Comprobamos nuevos seguidores e rastreamos a seguidores potenciales de la marca sujeto a sus intereses.
- Comprobamos el crecimiento positivo o negativo de las cuentas de clientes y competencia.
- Comprobamos los hashtags y palabras clave de Instagram y Twitter, así como las estadísticas e interacciones de pasadas jornadas.
Además, también hacemos una comprobación más minuciosa del eMail.
Un tiempo dedicado a la creación de contenido
La visualización y gestión de redes sociales son dos de las cosas que nos marcan nuestra agenda como community manager porque a través de ellas rastreamos tendencias, ideas, contenidos de valor e información valiosa.
En esta fase, además de generar contenido original, interactuamos con los integrantes de la comunidad generada en torno a la marca de nuestro cliente con la finalidad de conseguir repercusión y una buena reputación online.
A la hora de programar las publicaciones, como community manager debe tener en cuenta:
- Las horas más adecuadas de programación para las publicaciones.
- La personalidad y el tono de la marca.
- Tener pleno conocimiento sobre el canal en el que están presentes los perfiles de nuestros clientes.
- Estar al tanto de las reacciones hacia los contenidos publicados y los que teníamos programados.
- Los comentarios que se generan hacia los post en redes sociales o en el blog corporativo.
- Interacciones en los distintos canales sociales.
La mañana de community manager termina generando conversación a través de…
- Incitar a la participación a través de preguntas, encuestas, debates, polémicas, …
- Contestar comentarios de nuestros seguidores, así como mensajes privados.
- Agradecer la interactuación a través de los canales sociales.
- Participar en grupos de LinkedIn o Facebook.
- Comentar post de nuestros seguidores potenciales para generar retroalimentación.
Además, de la generación de contenido continua…
- A través de enlaces o contenido original e inédito.
- A través de retwits en Twitter, recomendaciones en LinkedIn, enviando la story en Instagram o dando a compartir en Facebook.
- Subiendo presentaciones, infografías o contenido de gran valor para nuestra audiencia.
En resumen, como empresa nunca menosprecies el trabajo de un community manager de valor (más aun si está especializado en el sector y entiende las necesidades de la industria agroalimentaria o de tu restaurante). Comprende también que las redes sociales no son una varita mágica, requieren constancia, esfuerzo y tiempo. No te dejes engañar por intrusos muy económicos con contenido generalista, tu negocio lo agradecerá.
¿Se me ha quedado algo en el tintero que te interese sobre la profesión de community manager para restaurantes? Escríbeme tus comentarios.