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Ya sea vendiendo vino en una página web, en el periódico local o en la tienda dentro de bodega, comercializarlo uno mismo significa mucho trabajo de investigación, creación, diseño y creación de redes. Si nunca has intentado vender vino por tu cuenta, puede ser un poco abrumador y con tantos enfoques diferentes que no hay una idea clara de qué camino tomar. En enomarketing puede arrojar algo de luz a esta cruzada.
Estrategias de enomarketing a través de las emociones
Es bien sabido que la forma en que los consumidores ven y se relacionan con el vino ha cambiado en los últimos años, más aun con una pandemia y una guerra dentro de Europa. Ya no es una bebida reservada para ocasiones especiales o para la élite; es algo que se disfruta todos los días.
Pero saber cómo vender vino es algo más que saber lo que se vende: hay que saber por qué se vende. Si puedes aprovechar los deseos y motivaciones de tu público utilizando el enomarketing, podrás maximizar las ventas y aumentar los beneficios.
Es importante recordar que el vino es un producto emocional. La gente lo compra no sólo porque le gusta el sabor, sino también porque le gusta la experiencia de consumirlo. El consumidor quiere descubrir frikadas, sentirse sofisticado, a la moda, cultos o ser «winelover«.
¿Cómo se pueden aprovechar esas emociones?
Tus estrategias de marca y enomarketing desempeñarán un papel fundamental a la hora de atraer a los clientes y convencerlos de que compren. Y en el mundo del vino, no hay nada más importante e influyente que el impacto emocional que tiene en los consumidores.
El vino siempre se ha considerado una bebida de lujo y sofisticación. Pero no tiene por qué serlo porque es un producto muy común en muchos países, como en España. De hecho, el vino se ha convertido en una bebida para todo tipo de personas, desde las que consideran el vino como su pasión hasta las que sólo lo beben de forma ocasional y casual.
Cuando un consumidor prueba una copa de vino y se siente bien con ella, tendrá el impulso de comprar botellas de esa misma marca porque le satisface su sabor. Este cliente recordará esa sensación cada vez que vea esa marca en una tienda o restaurante. Todo ello crea un proceso automático en el cerebro: cada vez que esta persona tenga el impacto de esa marca y recuerde la satisfacción, volverá a comprarla. Así de simple. Por eso, antes de comenzar con la estrategia, piensa… ¿realmente conoces a tu público objetivo y sabes comunicarte con él?
Igual que se come por los ojos, también se bebe
El packaging es un punto al que prestar especial atención. Podemos afirmar que es tan importante como el producto en sí. Tu objetivo será elegir un buen diseño de packaging para botellas de vino para destacar y ser atractivo. Etiqueta, contraetiqueta, botella, cápsula y corcho son el primer impacto hacia el consumidor y deben hacer que tu producto sea inolvidable, cautivador y diferenciador y, además, ofrecer un manejo, transporte, almacenaje y durabilidad (si piensas en la hostelería).
También es muy importante que los materiales y el diseño que elijas estén alineados con la identidad y filosofía de tu marca y con el público al que te diriges. Por ejemplo, para vinos clásicos deberás elegir una línea clásica de packaging (sin llegar a rancio); si te diriges a un público joven y el vino es para consumo informal, tal vez te funcione una línea de vanguardia y de colores más saturados; para un vino natural o ecológico deberás elegir materiales naturales y tonos tierra o verdes que evoque la naturaleza. Cada aspecto del producto debe tener sentido e ir en la misma línea.
La digitalización como objetivo
En este campo, las bodegas están un poco a oscuras… ¡ya te lo voy diciendo! Las tiritas se deben quitar de un solo tirón.
Pero, si hay algo que la digitalización ha hecho por las bodegas y el sector del vino es cambiar la forma en que los consumidores compran vino. Hoy en día, muchos consumidores recurren a Internet para todas sus necesidades, y algunos tienen como tal la compra de su vino favorito (también a través de suscripciones). Como consecuencia, hay más sitios web de la competencia que nunca y crear una tienda online es esencial para llegar a los clientes y destacar entre la multitud.
En esta tarea dos de los aspectos más importantes son: tener una sólida estrategia de contenidos (content marketing) y el posicionamiento SEO.
El SEO (search engine optimization) es una herramienta de marketing digital que ayuda a que tu sitio web aparezca en los primeros puestos de las búsquedas de Google.
Por ese motivo, optimizar tus imágenes, utilizar palabras clave idóneas en todas las páginas y ofrecer contenidos interesantes en tu blog corporativo con noticias periódicas y posts atractivos te ayudarán a potenciar tus ventas a través del posicionamiento. Pero no te esperes resultados inmediatos, el posicionamiento es un proceso a medio-largo plazo… ¡nadie tiene varitas mágicas! Y si te dicen que las tienen, te están engañando.
Redes sociales dentro de tu estrategia de enomarketing
Todos los propietarios de negocios (especialmente los que lanzan una nueva empresa o quieren reconducirla) tienen algunas cosas en común: tiempo limitado, capital limitado y una necesidad ilimitada de hacer que su marca destaque entre las demás. ¿Formas parte de este colectivo? Si es así, cuéntame en comentarios al final del post. Y te diré algo, ahí es donde entro yo.
Sé que ya estás trabajando duro para hacer brillar cada aspecto de tu bodega, desde la calidad de tus vinos hasta la experiencia de servicio al cliente que ofrece, más aún en el caso de que te hayas decidido a crear un destino enoturístico. Pero también necesitas una forma de darte a conocer a sus clientes potenciales.
Hoy más que nunca, las redes sociales son la forma más rentable de hacerlo. Pero si no tienes el tiempo o los conocimientos necesarios para crear contenidos que distingan a su marca, puedo ayudarte. Las redes sociales te permitirán transmitir tu storytelling a los usuarios, darles consejos, educarles, entretenerles, crear tu tienda social media y realizar campañas de publicidad digital para vender vino a través de Ads.
Para decidir la mejor estrategia necesitarás un plan de social media marketing que defina los caminos a seguir a corto, medio y largo plazo, en función de los objetivos de tu empresa.
Enomarketing de influencia
El marketing de influencers puede ser una respuesta a tu necesidad de destacar entre tu competencia. Es una estrategia llevada a cabo por las marcas que consiste en utilizar influencers para transmitir un mensaje y aumentar el alcance. Haz scroll down y comenta si quieres que profundice sobre el tema.
Se trata de un enfoque que ha demostrado su eficacia, especialmente en las redes sociales. El estudio anual de IAB Spain sobre redes sociales afirma que el 85% de los internautas sigue a influencers en redes sociales. El 52% dice que influyen en su decisión de compra. El grupo de consultoría Convince & Convert afirma que el marketing de influencers genera una media de 5,75 euros de ingresos por cada euro invertido.
Entonces, ¿cómo empezar? Si ya estás vendiendo tu vino online, ¡ya tienes la mitad del camino hecho! Si no es así, es hora de pensar en vender tu vino online a través de internet. Ese será tu primer paso.
Nuevamente no nos encontramos ante varita mágica. Tendrás que decidir muchos aspectos y todo comienza por cuál es tu público objetivo. ¿Qué tipo de influencers te interesan? ¿Macro o Micro? ¿De estilo de vida, generalistas o especializados? ¿Qué acción realizarás con ellos? ¿De cuánto presupuesto dispones? De nuevo tienes que sentarte y pensar.
El enomarketing no consiste únicamente en crear y poner en marcha campañas publicitarias para promocionar tu vino, sino que implica tener en cuenta varios aspectos, como el origen y los principios básicos de la elaboración del vino, la utilización de tu marca y la percepción en el consumidor, el factor diferenciador, el posicionamiento en el mercado, la competencia y la rentabilidad de todas las técnicas de marketing utilizadas. ¿Estás preparado o preparada para este viaje?
Si lo prefieres, puedes leer otra de entradas del blog que te recomiendo a continuación y descubrir otras ideas que pueden atraer el interés del mercado por tus vinos.
Y recuerda: si no sabes qué hacer, «lluvia de ideas».